La bodega Vera de Estenas, que acaba de cumplir 40 años, fue fundada a comienzos de los años 80 en Utiel.
Es una firma familiar cuya andadura comenzó el enólogo Francisco Martínez, y que han continuado sus hijos. Vera de Estenas se define por su férreo compromiso con la naturaleza, con la tradición mediterránea a la hora de concebir sus vinos, por el profundo amor por el terruño y por la autenticidad en la elaboración.
Premisas con las que en el año 2013 la bodega se convirtió en un pago vinícola, probablemente el mayor reconocimiento que puede tener un vino en nuestro país.
Uno de los vinos más celebrados de la bodega es Vera de Estenas Reserva 2016 (D.O.P. Pago). Una elaboración 100% bobal procedente de cepas centenarias que nacen en un paisaje ondulado de vaguadas y lomas de suelos pobres con predominio de costra calcárea y lechos de cantos con texturas franco-arcillo-arenosas.
Tras su elaboración, permaneció en barricas de roble francés y americano durante 18 meses, y otros 18 más en botella para una perfecta maduración del vino.
Vera de Estenas Reserva 2016 es una edición limitada a 982 botellas que exhibe un color picota intenso y emanaciones a fruta madura roja como las ciruelas y las cerezas. También a orejones, a plantas aromáticas, al tostado que le proporciona la barrica, con un punto balsámico y especiado (nuez moscada y clavo).
En boca su determinación sorprende, pues muestra un tanino maduro y muy bien trabajado, con una gran carga frutal y mineral, largo postgusto y una sutil elegancia que envuelve al paladar. Es un vino para tomar ahora o para guardar y descubrir dentro de unos años la perfecta estructura y armonía de un gran vino.
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