El pago

El pago vinícola Vera de Estenas es el espíritu de Francisco Martínez Bermell (1916-2008). Nacido en el Grao de Valencia, aprendió los secretos de la Enología en la bodega de sus tíos: Hijos de Pons Hermanos, con quienes trabajó hasta que, en 1945, abrió su propia bodega en Requena. En esta ciudad dirigía la Estación Enológica el ingeniero agrónomo Pascual Carrión que se convirtió en un maestro con el que perfeccionó las artes vitivinícolas y, en 1955, juntos crearon el germen de lo que llegó a ser la Asociación Nacional de Enólogos de España, de la que Francisco Martínez Bermell fue elegido presidente en 1970 y, tras sucesivos mandatos, fue nombrado presidente de honor en 1982. En 1971 fue elegido vicepresidente de la Organización Internacional del Vino, con sede en París, y al año siguiente de acabar su mandato, en 1979, Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I le otorgó la Encomienda de la Orden del Mérito Agrícola.

La proyección nacional e internacional del alma del Pago Vinícola Vera de Estenas se debió a la solidez de su permanente defensa de los valores de la cultura del vino y de la autenticidad constante de los procesos enológicos en sus elaboraciones, siempre basados en la sostenibilidad ecológica mucho antes de que se pusieran en valor estas palabras y las actitudes que comportan.

De ahí que, en 1982, Francisco Martínez Bermell, a la vista de las características del suelo, del subsuelo y de la insolación, decidiera asentarse en el paraje de la Casa de Don Ángel (nombre original de la bodega) a la vera de Estenas, el riachuelo que desde las sierras de Utiel desemboca en el río Magro, afluente del Júcar. Se encontró con una bodega, construida en 1919, que exigía un gran cambio que consistía en embotellar unos grandes vinos que lograran reconocimiento mundial, y a ello se aprestó. Contaba con una tierra de gran riqueza de agua en el subsuelo y con un viñedo de bobal de más de cien años que había que revalorizar.

Además, introdujo nuevas variedades de uva que condujeron a la elaboración y embotellado de vinos de gran originalidad y personalidad, sin renunciar a la bobal pero dándole un nuevo enfoque en su elaboración que le ha llevado a las más altas cotas de calidad.

A finales de los años ochenta del siglo XX plantó Cabernet Sauvignon, Chardonnay, Merlot, Tempranillo y, por supuesto, se mantuvieron las cepas centenarias de bobal, en una superficie de 52 hectáreas, de la que se obtiene la uva para
su elaboración en la antigua bodega modernizada.

El año 2013, llegó un reconocimiento póstumo a lo que era la síntesis de la ingente obra vitivinícola de Francisco Martínez Bermell, culminada por sus propios hijos: Vera de Estenas era declarado Pago Vinícola por la Unión Europea, lo que significa el más alto nivel de calidad de los vinos en una Denominación de Origen propia. Reto con el que las siguientes generaciones de la familia Martínez Roda, se encuentran comprometidas.

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