«La mayor lección que Félix Martínez Roda aprendió de su padre, Francisco Martínez Bermell, fue que no hay secretos, simplemente hay que amar el vino. Éste sigue siendo el principio fundamental que le guía al timón de la bodega familiar, como guardián de un legado único: un compromiso inquebrantable con la comarca de Utiel-Requena y con la uva Bobal. Las cavas de Vera de Estena conservan algunos de los ejemplos más antiguos de la variedad insignia de la región, lo que demuestra su potencial para producir vinos dignos de envejecer, con poder de permanencia y delicadeza duradera. El legado continúa.»
Puede leer el artículo original (en inglés) aquí.
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